martes, 27 de octubre de 2009

Echando la vista atrás: Barcelona y sus exposiciones universales


Pocas ciudades tienen la posibilidad de haber organizado dos Exposiciones universales y una de ellas es Barcelona. La primera vez fue en 1888 y la mas reciente en 1929.



En un fin de semana sin planes y con poco presupuesto, Anne-Maël y yo hemos decidido ponernos el calzado de paseo y nos hemos echado a la calle para observar de cerca los espacios que ambas exposiciones transformaron o, mejor dicho , crearon . Todo ello teniendo en cuenta que mi compañera de paseo ha leido recientemente la ineludible “Ciudad de los prodigios” en la que Eduardo Mendoza describe las múltiples transformaciones que sufrió la ciudad Condal a finales del XIX y principios del XX. Todas ellas en estrecha relación con las exposiciones universales.

El sábado disfrutamos de una jornada en compañía de la familia “andorrana”, Enri , Remzi y Leila que vinieron a tomar aire a la costa catalana y aprovechamos para acompañarles hasta el Palacio Nacional de Montjuic . Tras ascender por las escaleras del recinto de la Exposición de 1929 (mi rodilla puede dar fe de ello) tuvimos, al fin, la gratificante recompensa de la vista panorámica de Barcelona con las dos torres de Plaza de España al frente. La sorpresa fue que al caer el sol la ciudad ofrece a los visitantes un espectáculo de fuentes iluminadas que bailan al son de la música, digno de ver. De hecho, todos nos quedamos con la boca abierta ante regalo que nos guardaba la visita.








Tras cambiar la hora (ya sabéis ahora anochece antes y entramos en el horario invernal), nos hemos levantados con ganas de aprovechar la mañana y hemos saltado a la calle con dirección al Parque de la Ciutadella (esta vez en compañía de la perrita Nena). Atravesando el Arco del Triunfo y bordeando las palmeras que decoran el Paseo Lluis Companys hemos llegado a la puerta del parque de Barcelona donde tuvo lugar la primera Exposiciones universal en 1888. De la misma todavía se conserva el Castillo de los Tres Dragones y el zoológico de la ciudad (recordado por el gorila albino “Floquet de Neu” o Copito de nieve, en castellano).

Hemos pasado gran parte del día leyendo y disfrutando de los espectáculos espontáneos que surgen en el interior. Entre las familias barcelonesas, los perros corren libres, los artistas hacen malabares junto a los equilibristas y se escuchan sonidos del didgeridoo australiano … en definitiva un ambiente de domingo tranquilo donde la exposición (esta vez social y no universal) continua más de un siglo después.

Además de la transformación urbanística y arquitectónica, muchas cosas cambiaron en Barcelona a partir de las Exposiciones, como el gusto por lo cosmopolita y el respeto por los espacios libres y gratuitos para todos los públicos. De hecho, ha sido un fin de semana muy gratificante y, como dijimos antes, con un presupuesto típico de fin de mes .



Retour dans le passé: Barcelone et ses expositions universelles


Peu de villes ont eu la possibilité d’organiser 2 expositions universelles et Barcelone en fait partie. La première a eu lieu en 1888 et la plus récente en 1929.
Avec un petit budget et sans avoir de plans concrets, Anne-Maël et moi avons décidé, ce week end de nous promener à travers la ville pour observer de plus prés les lieux qui ont accueillis les 2 expositions. En prenant en compte que ma compagne de voyage a lu récemment « la Cité des Prodiges » dans lequel Eduardo Mendoza décrit parfaitement les multiples transformations que la ville a subit a la fin du XIXe s. et au début du XXe siècle du fait des 2 expositions universelles.

Le samedi nous avons profité de la journée en compagnie de la famille d’Andorre, Enri, Remzi et Leila qui sont venus prendre l’air de la côte Catalane et nous les avons donc accompagnés jusqu’au Palais National de MontJuic. Apres avoir monté les nombreuses marches pour accéder au Palais, nous avons été récompensés par la vue panoramique de Barcelone avec en premier plan les Tours de la Place d’Espagne. Nous avons eu la surprise qu’au coucher du soleil la ville offre aux visiteurs un spectacle de fontaines illuminées qui dansent au rythme de la musique.

Dimanche, après avoir changé l’heure d’hiver, nous nous sommes levés avec l’envie de profiter de notre matinée et nous sommes donc allés au Parc de la Ciutadella avec notre chien Nena. En passant l’Arc de Triomphe et l’allée de palmiers qui décorent le Paseo Lluis Companys, nous arrivons aux portes du parc de Barcelone où a eu lieu l’Exposition de 1888. De cette dernière on peut encore admirer le Château des Trois Dragons et le Zoo de la ville.




Nous avons passé une bonne partie de la journée à lire, profiter des spectacles spontanés en mangeant les traditionnels churros espagnols. Une ambiance dominicale comme on les aime avec les familles barcelonaises se promenant, les chiens, les artistes faisant du cirque, et les musiciens de didgeridoo, où l’exposition (cette fois-ci sociale et non universelle) persistent plus d’1 siècle après. Outre les transformations urbanistiques et architecturales, plusieurs choses changèrent à Barcelone à partir des Expositions, comme le goût pour les différentes cultures et le respect pour les espaces publics gratuits. On a donc passé un agréable week end, qui nous a fait découvrir une fois de plus une nouvelle facette de Barcelone.

1 comentario:

  1. Muuu bonito, suerte que hizo buen tiempo.
    ¿y el rugby? Anne-Maël porfa queremos una foto de Alvaro jugando ,con algun jugador placandole. Queremos sangre, sudor y lágrimas...

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